jueves, 23 de agosto de 2012

¿Me voy a Salamanca?

Recuerdo la primera nevera que tuvimos. Ya era vieja cuando yo nací. Me acuerdo de que mis padres tenían que ponerle un cerrojo para que Cachiri, una gata loca que teníamos por entonces, no la abriera.
Cachiri
Recuerdo que cuando nos mudamos del piso de Granada a la casa de Armilla, mi madre se la vendió a un vecino. Yo apenas tenía 4 años. Vi todo el proceso. El hombre le dio el dinero a mi madre en la cocina, ya sin muebles, y se llevó la nevera. Y comprendí que el dinero era necesario para conseguir cosas, que no era un simple juego de cambiar papelitos y monedas de colores.

-Mamá, ¿la universidad cuesta dinero? -le dije en el eco de la cocina vacía. 
Yo, con cuatro años, poco antes de mudarnos

-Sí, mucho. 

-¿Y tenéis dinero suficiente para que yo vaya a la universidad? 

Yo acababa de cumplir cuatro años y ya tenía claro que quería ser universitaria. 

-No te preocupes por eso, hija. Ya lo tendremos. Y si no, haremos un gran esfuerzo. Pero no te vas a quedar sin ir a la universidad.

-¿Aunque tengáis que quedaros pobres? 

-Aunque tengamos que quedarnos pobres.

Aquella conversación la he recordado toda la vida. Me admiró la última frase, el compromiso y la entrega de hacer todo lo posible para que yo pudiese ir a la universidad. 

Mi graduación
Ya soy universitaria: he terminado mi licenciatura de biología, aunque en los tiempos que corren, no es nada especial. Yo pensaba que ir a la universidad era la mayor aspiración, y que sería algo que me abriría las puertas a un buen trabajo. 

Ahora además de una carrera, se hace necesario un máster. En los años de universidad la suerte me ha sonreído bastante: aunque no todos los años he conseguido beca,en casa ha habido dinero para estudiar. Para irme a Granada conseguí una beca Séneca por mis notas, que era suficiente como para que mis padres apenas notaran la diferencia. 

Este año, para qué engañarnos, la cosa está muy chunga. Mis padres son empleados públicos, y por tanto, en el último año el dinero que entra en casa se ha reducido un 20%. Además, tengo un hermano que no se decide por el camino a seguir y una hermana en el instituto, a lo que hay que añadir mis múltiples alergias alimentarias, que implican un importante gasto en productos especiales, horno, aparatos... 

Voluntariado en Doñana
(1º y 2º de carrera)
Voy a cumplir 25 años y mis únicos ingresos son las esporádicas bodas a las que voy a cantar de vez en cuando, por tan poco dinero que casi es gastos pago. Tengo un gran currículum, y muy coherente, pues además de estudiar mis cinco años de carrera, me he movido, he trabajado en varios departamentos de varias universidades, he hecho montones de cursos, he asistido a congresos, he presentado un par de artículos científicos, he conocido y me ha conocido gente importante... y me veo con una mano delante y otra detrás. 

En tiempos de poco trabajo toca estudiar, me dijeron. Salamanca se me hace la única opción (en la UEx las carreras está bien, pero los másteres de ciencias son de juguete). ¿Van a tener que quedarse pobres en mi familia para que yo pueda hacer el único máster de toda España que me interesa? Vivir fuera es muy, muy caro, y todos sabemos que los umbrales de las becas están muy bajos y las becas se han reducido muy mucho.

Empezaré el curso con la duda de si podré acabarlo. No tenemos más neveras que vender.

8 comentarios:

  1. Animo!! Dios proveerá no perdais las esperanzas ni las ganas de seguir adelante!

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    1. ¡Dios te oiga! No pido mucho, solo una (merecida) beca y un poco de salud, que me permitan estudiar y disfrutar de un curso en Salamanca... casi ni me lo planteo como la continuación de mis estudios, sino como un premio, ahora me podré centrar en lo que realmente me gusta de la biología.

      ¡Un beso muy grande!

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  2. Seguro que todo ese esfuerzo se verá recompensado. Muchos ánimos!!

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    1. Gracias, Lincesa... Eso espero, porque llevo mucho tiempo rompiéndome los cuernos y trabajando mucho, para ver cómo otros, a base de suerte, van encontrando mejores posiciones que yo, y me quitan oportunidades. La suerte normalmente no me sonríe. No necesito mucho.

      Me alegro de verte por aquí. ¡Felicidades por tu blog! ¡Me encanta!

      Un besazo

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  3. Mucho ánimo guapísima, verás como pronto tienes el trabajo que te mereces. Nadie mejor que tu, eso lo tengo clarísimo! :) No desistas y nunca pierdas la fé! Un beso enorme!!

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    1. ¡Gracias, Belenchu! Espero que sea así. ¡También espero que tengas suerte en tu MIR y puedas escoger lo que más te guste!

      Besos, guapísima y suerte en Olivenza

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  4. Mucho ánimo guapa!! Esperemos que puedas estar todo el año, sin lujos, pero sobreviviendo en Salamanca. Un besazo!!

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    1. Bueno, de momento ya tengo piso! A ver qué pasa ahora... Muchas besitos!

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