sábado, 29 de junio de 2013

Curso de Cooperación al Desarrollo terminado.

Bueno, curso deformación en Cooperación al Desarrollo terminado. La verdad es que he disfrutado como no me habría imaginado que lo haría. Ha sido una semana muy corta, y a la vez, me parece que hace un mes que fue lunes. La intensidad y la novedad de todo lo que hemos aprendido y reflexionado, la buena gente que he conocido y que me han enriquecido con sus experiencias y sus puntos de vista (era un grupo muy multidisciplinar, un abogado que va a estudiar microfinanzas, trabajadoras sociales, maestras, economistas, un filósofo, y dos biólogos...), la cantidad de noticias que me han ido llegando todos los días de Paraguay y lo que tendría que hacer, la emoción de confirmar que soy "La Elegida"...

En el curso nos han dicho que hay varias fases en La Experiencia, que antes de viajar tienes que prepararte mentalmente además de la maleta, reflexionar, intentar hacerte a la idea... pero que hasta que no te subes al avión, no te das cuenta de que te vas. Algo así me está pasando. Aún no soy capaz de creerme que voy a ir a Paraguay.


Después, cuando llegas, estás lleno de energía y quieres hacerlo todo. Hay que canalizar esa energía y hacerse conscientes de que no se puede abarcar todo, que hay que focalizar y parar. Que en la primera fase del viaje uno debe dedicarse a OBSERVAR, CONOCER Y COMPRENDER, para después, una vez que te has adaptado y entiendes cómo se trabaja allí, poder ACTUAR de una manera eficiente y suficiente. Que allí tienes fases de "¡pero en qué puñetas estaba pensando cuando me apunté a esto!"y de desesperación total, pero que luego, cuando te adaptas, tienes los mejores momentos.


Dicen que la peor parte es la vuelta...


¡Pero para eso aún queda mucho! 



Mis amigos flickeros me han dedicado fotos para felicitarme por la buena noticia, como es costumbre allí. Mi gran amigo Panta me ha dedicado una serie completa de nada menos que siente fotos de una de las endémicas de Cuba que capturó en su último viaje, un pequeño y amarillo Pechero (Teretistris fornsi), y Dani una cabrita montés muy simpática. La verdad es que me siento muy acompañada en esta primera fase de "La Experiencia". 
 

Bueno, y este mes, además de preparar el viaje ¡tengo que terminar mi TFM! Dioses, necesito más tiempo!! 

Ya os contaré sobre él, se titula "Distribución y abundancia del arrendajo (Garrulus glandarius) en el bosque de la Honfría (Salamanca)". Ya veremos si sale algo decente...

Voy a pelearme con el R commander y sus amigüitos...

viernes, 28 de junio de 2013

La señora del balcón de enfrente

Me he asomado a la ventana porque había mucho jaleo en la calle. Y he visto a un grupo de muchachos que debían de estar de despedida de soltero, en la acera de enfrente, repartiéndose camisetas azules e intentado ponerle al que supongo que sería el novio un traje de bailarina rosa.

Y he visto como una señora muy mayor del edificio de enfrente, de esas que parecen un siete de lo arrugaditas que están, salía al balcón con una taza de peltre llena de agua y se la tiraba a los muchachos. Cuando ellos han mirado hacia arriba, ha hecho como que regaba las macetas.


Cosas que solo pueden pasar en la urbe.

jueves, 27 de junio de 2013

¡Que me voy a Paraguay!

¡Que me voy a Paraguay!

¡Que me han dado la beca!

¡Que no me lo puedo creer!

¡Que estoy de los nervioooooooos!


Esta semana estoy asistiendo al curso de formación en Cooperación al Desarrollo, que está siendo muy, muy interesante. Todos los días hay dinámicas de grupo para conocernos mejor, comprobar cómo es trabajar en equipo, cómo se organiza y coordina un grupo, cómo de interiorizados tenemos los conceptos de solidaridad y de justicia... Estoy aprendiendo mucho, a pesar de que mi voluntariado es un poco diferente al de los demás, pues ellos van a trabajar en proyectos sociales, y el mío es fundamentalmente de conservación, aunque también tiene algunos aspectos sociales.

(Fuente: abc.com.py)

Esta semana me estoy escribiendo con Salvador Peris, que ha sido profesor mío en el máster y es quien coordina desde aquí las actividades del voluntario, y con la gente de Pro Cosara, la ONG con la que colaboraré; además también estaré en la FaCEN-UNA (la facultad de ciencias exactas y naturales de la Universidad Nacional de Asunción, donde hay un máster -maestría lo llaman allí- similar al que yo he hecho y con el que la USal colabora habitualmente) aunque aún no sé exactamente en qué consistirá mi aportación allí. Cada email que recibo es como abrir un regalo de reyes, toda la información es sorprendente y muy ilusionante.

Ubicación de la reserva de la Cordillera de San Rafael, Paraguay
(Fuente: procosara.org)
Tras hablar con ellos, he sacado de la biblio de la USal el libro de "Aves de San Rafael", que ha escrito uno de los coordinadores, Alberto Esquivel, para echarle un vistazo serio a lo que son las aves allí.







De momento, e iré actualizando, lo que me han propuesto que haga es:
  • Actividades de difusión, creación de folletos y trípticos. 
  • Colaboración en Educación Ambiental y con los monitores forestales.
  • Mantenimiento y actualización del e-management (flickr, feisbu, página web y demás recursos electrónicos de la reserva)
  • Colaboración en un documental sobre la reserva del programa "Paraguay Salvaje
  • Participación y apoyo en un curso de anillamiento durante el mes de octubre. 
  • (A lo mejor) Recoger datos para una posible tesina en aves. 
  • Actividades de administración de la ONG en Hohenau
  • Actividades académicas en la UNA. 
  • ...
Selva y pastos en San Rafael. (Fuente: encarnacion.py)

En fin, que estoy de los nervios. Creo que tengo muchas cosas que hacer antes de salir para allá, en un mes como mucho. ¿Alguien me da algún consejo práctico?

lunes, 24 de junio de 2013

Odisea por los hospitales de Salamanca

He sido preseleccionada para una beca que da la Universidad de Salamanca, las Ayudas "Manuel Andrés Sanchez", para trabajar durante cinco meses y medio en la salva paraguaya, en la reserva de San Rafael, con una ONG que se dedica a la conservación. La lista es de dos, y yo, por puntuación, soy la número uno. Esta semana tenemos que hacer un curso de formación de Cooperación al Desarrollo como condición para acceder a la beca, y supongo que a finales de esta o la que viene el profesor que tiene la última palabra lo decidirá.

ACTUALIZACIÓN: Esta tarde he empezado el curso y me han dicho los formadores que son ELLOS quienes deciden quién va finalmente, pero que en principio, por concurso de méritos, yo soy la titular de la beca, y mi compañero el suplente...

Reserva de San Rafael, Paraguay. ¡En esta selva haría mi voluntariado! Estoy que no me lo creo...


Esta mañana he salido  para informarme de las vacunas que tendría que ponerme, pues al extranjero suele haber varias y a veces tienen un tiempo obligatorio de espera antes del viaje. Como me iría en agosto, me pareció prudente ir a preguntar. 

Como soy de seguro privado, primero pregunté en mi hospital, donde me confirmaron que no tenían unidad de Medicina Preventiva. Así que me fui al público, con dolor de mi corazón. 

¿Por qué me daba tanta pereza ir para allá? Primero, el hospital público Virgen de Vega, aunque está a dos manzanas del mío, es enoooorme, lleno de jardines y de ventanas, pero nunca encuentro la puerta principal. Así que tras dar vueltas por los recovecos, siempre me pasa lo mismo y termino entrando por la puerta de atrás. 

Una vez dentro, encuentra las escaleras... yo sabía, porque lo había mirado antes en internet, que Medicina Preventiva estaba en un semisótano, pero descubrí que el hospital tenía al menos tres. Cuando entro, pregunto en la primera ventanilla que encuentro y la señora de rehabilitación me dice que suba un piso. Como he vuelto a perder las escaleras, cojo el ascensor. 

Llego a la planta principal: como siempre, en la mesita de información no hay nadie. Como soy algo tímida, sobre todo en los espacios desconocidos, no me atrevo a preguntar a alguien que tenga bata, como sería lo lógico... miro los carteles de indicaciones y no veo ninguna señal por ninguna parte del departamento que busco. Decido esperarme la cola de Citas y vigilar la mesa de información por si a algún conserje le da por ocupar su puesto. Son las doce en punto y el hospital está lleno de gente en silla de ruedas, con cabestrillos o con muletas. Parece un capítulo de Urgencias.

Cuando por fin me toca, me dicen que no, que tengo que bajar una planta. Me dice que para que no me equivoque baje por las escaleras, que encontraré la cafetería y un poco más adelante estará lo que busco. Cuando le pregunto por la persona de información me pregunta con sorpresa si no hay nadie allí, cuando le digo que llevo 20 minutos y no ha aparecido nadie pone los ojos en blanco y suspira. Debe de ser normal que no haya nadie allí, las dos veces que he estado nunca he visto a ningún conserje. 

Total, que encuentro las escaleras y vuelvo a bajar al sótano. Es todo muy deprimente, apenas hay ventanas, huele a vómito reciente y hay gente esperando por todas partes. No encuentro ninguna puerta con nada relacionado con Preventiva.
Me acerco a un círculo de batas blancas y les digo que estoy perdida (es verdad, al menos en parte). Me dicen que no sabe mucho, pero que creen que a la vuelta del pasillo está el servicio de prevención. 

Cuando llego, veo que en el cartel pone "Prevención en el Trabajo". De todas maneras, decido llamar para ver si alguien sabe algo. Al final se abre la puerta y una señora rubia me dice que allí solo me atienden si trabajo en el hospital... y que para lo que yo buscaba (el servicio de Medicina Preventiva!) tenía que salir de ese hospital e irme al otro de enfrente... 

A esas horas ya llevaba una hora dando vueltas entre unos pisos y otros. Consigo localizar las escaleras, intento recordar en qué piso estoy y por suerte, decido bajar. ¡Por fin al aire libre! He vuelto a salir por la puerta de atrás, donde los fumadores, los suministros y las obras, pero he salido.


Cruzo la calle, sorteo a los taxistas y a los fumadores, y entro en la recepción del Hospital Universitario. Allí suspiro de alivio ala ver que sí hay una conserje. Me dice que sí, que es allí, en la segunda planta, que siga el pasillo todo recto y suba las escaleras. 

Entro en el pasillo y se me cae el alma a los pies. El pasillo es en forma de T y no hay ni rastro de escaleras al fondo. Vuelvo sobre mis pasos y veo una escalera por la que sube y baja mucha gente, así que decido liarme la manta a la cabeza y subir por allí.

Iba pensando en la odisea que estaba viviendo y de repente al girar en un descansillo me resbalo. 

Lo que pasa en un hospital es que si te tropiezas, te tropiezas con enfermeras y médicos, así que casi sin darme cuenta ya tenía encima a una enfermera y un médico mirándome el pulso y la tensión, y preguntándome si me había mareado... Da igual que les expliques que sólo te has tropezado, debo de haber cogido muy poco color en Menorca y Gredos como para tener cara de sana. Y la gente, que por si había poca, se juntó más, toda alrededor preguntando que qué había pasado. 

Mi madre dice que deben de tener mi retrato el La Pared. Sí, una pared de esas, como las que hay en la policía con las caras de los terroristas... para reconocerme en cuanto entro por la puerta de un hospital. 

El médico me preguntó muy amablemente que a dónde iba y me dijo que él me acompañaba por si acaso. Así que subí las escaleras que me faltaban con él y hasta que no me dejó en la puerta de Preventiva y me vio que tenía buena cara no se marchó.

Y cuando veo el cartel, se me cae el alma a los pies y maldigo a todos los que me han ido atendiendo equivocadamente durante toda la mañana. 

Horario: de 12 a 13h. 

Era la una pasada... 

Se me enciende la bombilla y recuerdo que me habían dicho abajo que había dos puertas, así que me adelanto por el pasillo y veo otra puerta con el mismo letrero, pero sin horarios. Llamo y por fin, tras la larga mañana de paseos, alguien me atiende... para decirme que allí no es. Que tengo que pedir cita en Sanidad, en otra parte de la ciudad. 

Al ver la cara de desesperación que ponía, decidió llamar ella misma a Sanidad, y ella misma me tramitó la cita, porque la vacuna que necesito, la Fiebre Amarilla, te la tienen que poner allí.

En fin, que la semana que viene, en cuanto sepa si me voy a Paraguay, tendré que cruzar los dedos para que no me sigan mareando por hospitales y oficinas, y pincharme la vacuna, que parece ser que dura 10 años. 

Por si a alguien le sirve, el servicio de Medicina Preventiva, donde te dan la información antes de viajar y las vacunas, está en la segunda planta del Hospital Universitario de Salamanca, junto a la Capilla.

ACTUALIZACIÓN: Además de la fiebre amarilla, son recomendables la Difteria y el Tétanos, y la Polio (estas te las ponen de pequeño).

sábado, 22 de junio de 2013

El último canto de las aves migradoras. National Geographic.

Aterrador testimonio sobre la problemática de la conservación en un mundo en conflicto, particularmente sobre las pequeñas aves migradoras. Lectura obligatoria.


In a bird market in the Mediterranean tourist town of Marsa Matruh, Egypt, I was inspecting cages crowded with wild turtledoves and quail when one of the birdsellers saw the disapproval in my face and called out sarcastically, in Arabic: “You Americans feel bad about the birds, but you don’t feel bad about dropping bombs on someone’s homeland.”
I could have answered... (leer más)

jueves, 20 de junio de 2013

El circo del congreso.

Este es el relato de un científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que asistió a la sesión plenaria del Congreso de los Diputados donde se debatió la Segunda Carta por la Ciencia.
Autor: HP
Todos podemos albergar en el imaginario colectivo un hemiciclo prácticamente vacío, con diputados dormidos en sus escaños, o entretenidos con sus tablets. Aliento a todas las personas que sientan un mínimo amor por la democracia a asistir como oyentes a cualquier sesión plenaria. La sorpresa será grande. Todo es mucho más grave que de lo que podíamos imaginar. Sin duda, el espectáculo más lamentable al que he podido asistir en toda mi vida... leer más

Vía http://lacienciaysusdemonios.com

martes, 18 de junio de 2013

Yo no soy mala... me pintaron así.

Eso es lo que pienso yo cuando me dicen:
"Es que siempre estás mala..."
Jessica Rabbit ha sido uno de mis personajes favoritos desde siempre.


lunes, 17 de junio de 2013

Frase del día... y de la vida.

Una muy buena amiga me dijo hace unos días:
“esta alegría de ahora es parte del dolor que vendrá después… y el dolor que vendrá después es parte de esta alegría de ahora”… Al final todo es vida mi querida Marta para quien no teme experimentar la vida.

¡Feliz lunes y semana de fin de curso!


viernes, 14 de junio de 2013

Subida a Gredos. Pre-entrada.

Prueba gráfica de mi subida sin percances a la Laguna Grande de Gredos y posterior censo nocturno de anfibios.

En breve, crónica y fotos.

lunes, 10 de junio de 2013

Preparándome para Gredos. Salida final de prácticas.


¡Sólo me queda una semana de máster! 

Estoy preparando todas las cosas para esta práctica final. Son cuatro días en la alta montaña, y no sé si podré publicar en directo como hice en Menorca, no sé cómo andará por allí la cobertura.

Cuatro días y tres noches... y me tengo que llevar comida para todos esos días. Los demás pueden comer en el albergue del Circo de Gredos, el Elola, o en Hoyos del Espino, donde pasaremos la última noche. 

Tengo sobre la mesa cuatro listas y un cuadro horario de comidas para poder organizarlo todo. Además, hay que llevarse el material de campo, y las cosas para poder dormir y sobrevivir. 



Además, cada vez que miro el tiempo el la Laguna Grande es diferente... hace dos días había máximas de 13, y ahora son de 21, y varía la lluvia en cantidad, probabilidad e incluso en el día en que lloverá... yo por si acaso llevaré una funda impermeable para la mochila y el saco (no mola dormir en un saco mojado), me llevaré las polainas, y los pantalones de plástico, y el abrigo, que es impermeable. 

Subir va a ser todo un reto. En todos los sentidos. Físico. Mental. Logístico. 

Y personal. Muy, muy personal.

Hace diez años. Ocurrió hace diez años.

Y ha llegado la hora de superar el reto. Esta vez subiré y volveré a bajar... por mí misma.

Es algo que ha estado ahí, escondido, esperando el momento de saltar sobre mí. El momento de recordarme su presencia, ahogarme con sus manos frías y viscosas, de aprisionarme la boca del estómago con su solo recuerdo. No he vuelto a intentar subir al Almanzor, y quizás por eso no me había dado cuenta del Chernobog que habita allí. ahora me mira con sus ojos amarillos y espera que tropiece, otra vez.

No va a poder conmigo. Esta vez no. Yo podré con él y le demostraré quién soy yo, y que puedo superar todo, y nada me lo impedirá, ni esta enfermedad, ni los malos recuerdos, ni nadie. Subiré y bajaré, y lo haré perfectamente.

domingo, 9 de junio de 2013

Excursión al sabinar de Venialbo (Zamora)

Estando aún de vacaciones de Semana Santa, Sergio nos propuso ir a un sabinar en cuanto volviéramos a Salamanca. La verdad es que tanta lluvia nos tenía ya con ganas de campear a nuestras anchas, y decidimos encaminarnos todos los que pudimos el famoso Lunes de Aguas.


Con la ya habitual BSO de "Los de Marras" y sus memorables canciones, salimos de Salamanca hacia Toro y la comarca de El cubo del Vino (nombre de pueblo aunque no lo parezca), con unas someras indicaciones de puño y letra de Sergio que incluían cosas como "girar dignamente a la derecha".

Bajamos por una pista donde encontramos marcadas en la tierra húmeda por las constantes lluvias muchas huellas, de jabalíes, de zorros, y también un rastro muy claro de tejón.
Huella de tejón

 Pronto nos aburrimos de seguir el camino, bordeado por florecitas que sorprendían en la temprana primavera, y nos internamos en el sabinar siguiendo las setas y buscando más huellas. Todo el suelo estaba cubierto de musgo y líquenes, por lo que parecía que andabas sobre una esponja blandita y húmeda.


Muscari neglectum, Nazareno

 Encontramos mucha oreja de gato (Helvella) y otras muchas setas, variadas, que crecían entre los árboles y el musgo. 

La recolección de setas para su identificación.
 Encontramos un claro y nos aposentamos para disfrutar de hornazos, salchichones y gorduras varias. Hacía un viento un poco incómodo, pero no hacía ni frío ni calor. Las nubes tamizaban la luz del sol, que aunque difusa, calentaba un poquito.




Por la tarde fuimos a un pequeño pinar más cercano a Salamanca. Estaba plagado de procesionaria y era difícil no pisarlas o evitarlas, muy camufladas entre las agujas de los pinos.


Encontramos varios pinos caídos y medio podridos, donde encontramos un montón de bichitos.
Larvas de cerambícidos
Pequeña orugrita de alguna mariposa

Finalmente acabamos la tarde en otro pinar que nos recordaba al Bosque Viejo, esperando escuchar de un momento a otro a algún paisano perseguirnos como el viejo Maggot, y donde encontramos medio esqueleto de la liebre de Marzo. Al final no perdió la cabeza, ¡sino la mitad del cuerpo!









viernes, 7 de junio de 2013

Cosas de no-maguels. Reflexiones perdiendo la cordura... o no.

Abro los ojos. Ya estamos en Salamanca. Tengo los pies helados y el cuello tieso de dormir en la furgoneta de la Uni después del largo día botánico por Sierra de Gata, viendo plantitas bajo un aire que congelaría los cascabeles al mismo demonio (como diría mi querido Panta). Veo que enfilamos la calle de Filiberto y decido pedirle a Quique que me deje allí mismo.

Con la caraja no me he dado cuenta de que me podía haber bajado una manzana más cerca de mi casa. Bueno, al menos me doy un paseo y entro en calor. Por algo me habrá pedido mi cuerpo bajarme allí. Estoy reventada y helada, y no puedo pensar mucho.

Cruzo la calle y en el parque de San Francisco veo a dos muchachos agachados (rastas rojas ellas, cresta rizada y barbilampiño él, como de primero de carrera), y en medio, un pollito saltando. Capto su conversación al acercarme:

-... pues no mola cuidar un pájaro en fiestas.
-¿Conoces algún biólogo?
Veo que es un pollito de carbonero que pía sin parar y que se le están subiendo encima las hormigas. 
-Yo soy bióloga.
Cojo el pollito y veo que ya tiene prácticamente todas las plumas de vuelo. Intento lanzarlo al cedro del que parece que se ha caído mientras sus padres me revolotean alrededor. El pollito planea pero no llega a las ramas más bajas y yo no quiero lanzarlo con más fuerza, así que decido dejarlo en un seto de aligustre, donde sus padres, con tranquilidad, le ayudarán a volver al árbol cuando se pueda. Sobre mi mente resuenan los ecos del traumático incidente zaragozano de "apartaos, soy bióloga" y me alegro de que no se haya vuelto a repetir.

Nos despedimos y cuando bajo mi calle, el chico vuelve. 

-¿Tienes exámenes? Este finde son las fiestas de mi pueblo. Si quieres llámame y te vienes, que las buenas acciones hay que recompensarlas. 

Me invita a las fiestas de Cabrerizos, cerca de Salamanca, e intercambiamos móviles, más por educación que porque tuviera intención de ir a las fiestas con un par de desconocidos que me dicen que van a montar una rave
 

Canción que se me viene a la cabeza al escuchar la palabra rave


Mientras camino hacia mi casa, pienso en que si no me hubiera bajado por impulso del coche, no habría salvado ese pollito, no habría conocido a este par de chicos y no habría subido las escaleras con una sonrisa tonta a pesar del cansancio mortal y el frío maldito en los huesos.

Y no es la primera vez que me ocurre... es para pensarlo... Mi abuela siempre ha dicho que ella era bruja, y mi madre sospechaba que yo había heredado algo de eso. Claro, ahora ya no se le llama magia, sino intuición, que queda más molón. 


Pero es verdad que, si miro hacia atrás, a esos momentos que en un principio parecen malos, luego resulta que han propiciado que ocurrieran otras cosas. Y cuando ha habido veces que tenía que tomar una decisión aparentemente inocua, cuando me dejo llevar por la intuición siempre he acertado. 

Una de las cosas peores, que me hizo entrar en una depresión que luego me costó algunos años sacudirme, fue suspender las matemáticas de segundo de Bachillerato. Cualquiera que lo lea pensará que es una exageración. Pero en ese momento se rompieron todos los esquemas de mi vida. Yo tenía pensado entrar en medicina, irme a África, ser como el Dr. Carter de Urgencias y curar todas las enfermedades del mundo... quien ha tenido un sueño, sabe lo que se sufre cuando se estrella en mil pedazos.

En ese momento parecía que ya nada tenía sentido, para qué seguir estudiando, para qué intentar hacer la selectividad en septiembre, si ya no entraría en Medicina... Ese verano, que estuve de la cama al sofá, y del sofá a la cama, mientras estudiaba desganada las matrices, integrales y demás, la Marimuy tuvo la ocurrencia de poner vídeos caseros, de cuando yo tenía apenas 3 o 4 años. En ese momento se me encendió una luz en alguna parte del fondo y comencé a darme cuenta que, desde muy, muy pequeña, yo había sido bióloga en esencia. Tuve mis primeros prismáticos a los 7 años, y a los 10 ya trasteaba con la Peterson, la guía de aves de España y Europa. A los 13 casi me la sabía de memoria... 

Si al acabar el bachillerato pensaba que quería ser médica, estaba equivocada. Había sido efecto de la presión de grupo (en mi clase, un tercio de los alumnos quería hacer medicina... me contagié, sí, también soy humana). Me di cuenta de que, cuando miraba al futuro, me veía estudiando medicina... y mirando por la ventana con mucha pena por no poder salir al campo a ver pájaros. Esa fue la clave.

Si no hubiera suspendido aquellas matemáticas, nada me habría impedido matricularme en Medicina; hay que añadir que fue un suspenso injusto, luego en septiembre saqué un 8 en el examen de instituto y un 9,5 en el de selectividad: yo sí sabía matemáticas, era el profe el que no sabía corregir. Y sin esa injusticia, habría estado penando hasta que me hubiera dado cuenta de cuál era mi lugar.

Como esto, puede decirse que si no hubiera caído enferma, no habría aprendido a cocinar, no tendría los amigos y amigas que tengo en internet gracias a esto, no habría ido a la tele a cocinar, no comería tan sano... 

Si no me hubiera puesto a morir en febrero y hubiera tenido que irme a casa a curarme, mi madre no me habría tenido que llevar al médico aquel día a aquellas horas, no habríamos vuelto por aquel sitio, y no nos habríamos encontrado al Nermalillo, que ahora estaría criando malvas, o lo que críen los gatitos muertos. 

Si aquella mañana no me hubiera "equivocado" de camino, no me habría encontrado al gatito de Schrödinger en medio de la calle. 

Si yo no tuviera la alta sensibilidad a sonidos (que me martiriza normalmente), aquella noche de verano no habría escuchado unas patitas picudas correteando por el suelo, y no habría podido descubrir el alacrán que se paseaba por el suelo de mi habitación. 



¿Queréis más ejemplos?
No soy especial, aunque algunos
sospechan que en realidad soy una elfa.
Sabiendo que vivo en Lothlórien,
no es muy difícil de adivinar...

Yo no soy especial. Seguro que todos podemos encontrar ejemplos como estos; sólo hay que mirar las cosas con otro cristal.

Por eso pienso que, por muy malo que parezca, las cosas siempre ocurren por alguna razón: sólo tenemos que descubrirla. 

¡Busquemos siempre el lado bueno! Si no es con alegría, la vida es un aburrimiento... y sólo tenemos una. 

Tenemos la vida llena de colores. Sólo hay que abrir los ojos para verlos. ¡Disfrutad!

jueves, 6 de junio de 2013

Desesperaciones de una histaminósica VII - Acabando un nuevo curso. Actualización.

Bueno, la anterior entrada de este tipo fue como quien dice a principios de curso (en noviembre). Y desde entonces mucha gente me ha pedido que contara cómo van las cosas. 

Lo cierto es que no he tenido mucho tiempo, y cuando lo tenía estaba bastante desganada y no me apetecía ponerme a escribir. 

A ver, después de Navidad hice un pan de molde y tuve una gripe, o una faringitis muy gorda, no está claro. Yo como no puedo tomar antibióticos, pues estuve en casa más de un mes y medio recuperándome, porque a punto estuve de que me ingresaran y la otra opción era que me pincharan y luego estuviera convaleciente por los efectos secundarios de los antibióticos. Lo pasé mal, perdí clase de dos asignaturas completas del máster (de una de ellas tengo que presentar ahora un trabajo y estoy más perdía que un pulpo en un garaje) y a punto estuve de pensar que tendría que abandonar. Pero me recuperé y volví a Salamanca. Y de rebote entraron dos gatos nuevos en casa.

Aprovechamos el viaje a jerez para pasar por
San Lúcar y visitar a tita Regli, prima de mi
abuela. Casi me da un patatús cuando la vi:
era idéntica a ella...
Estuve en Jerez a ver a Lizaso en Febrero. Me repitió los prick test y para nuestra sorpresa, dos de los tres grupos de alimentos que me habían dado positivo en verano ya no me daban reacción. Así que me ha mandado reintroducir astaráceas (lechugas, girasol), leguminosas (legumbres) y seguir reintroduciendo cereales. Además, como nunca me ha dado positivo a las proteínas y los componentes de la leche, ni intolerancia a la lactosa ni a otros azúcares, pues me ha dicho que también lo intente con las leches. La secuencia, de menos alergénico a más, es leche de cabra, de oveja y por último de vaca, y en contenido de histamina, de fresco a curado. Por lo tanto he empezado por el queso fresco de cabra, que me sienta fenomenal, incluso me equilibra el intestino, hasta ahora es el único alimento que me estriñe. Ni el arroz, ni el té, ni nada de lo que se supone que retiene tiene ese efecto en mí. También he intentado el queso de oveja, que al no haber fresco, pues he probado el curado. Así el problema es que no sé si me sienta mal por ser curado o por ser de oveja... no está claro.


Prick test de Febrero de 2013
Prick test de Julio 2012
La pauta de introducción es de un alimento nuevo a la semana, siempre que esté bien; si estoy con una crisis, tengo que esperar a que se me pase, para poder tener clara la reacción de mi cuerpo. He seguido probando el trigo: en forma de pasta me sienta bien, pero el pan no. Tengo que probar a hacérmelo en casa para controlar todos los ingredientes. 

Para el queso, primero probé un tercio de queso fresco una vez cada tres semanas, y esto lo hice tres veces. Entre medias he probado la quinoa, que me sienta bien (no forma parte de los alimentos prohibidos, porque es una Chenopodiácea, pero no sabía si me sentaba bien), y el trigo nuevamente. Luego, viendo lo bien que me sentaba el queso, lo aumenté a una vez a la semana. Ahora lo tomo con frecuencia, no todos los días, pero cuando lo compro, lo tomo varios días seguidos hasta que se acaba. Y no me da problemas. La semana pasada descubrí el rulo de cabra; mismos ingredientes, pero un poco más curado. También me sienta bien, y me ayuda a variar la dieta. 

Aunque me ha dicho que no tome fruta todos los días para no sensibilizarme, noto que estoy más alicaída cuando no tomo zumo de naranja, así que un día sí y uno no me tomo uno o dos vasos. He empezado a tomar productos que en su composición tienen lecitina de soja o de girasol, sin ningún problema, e incluso un helado de soja del mercadona. 

Me quedan por delante varios meses de pruebas, ensayo y error, como si fuera yo mi propia conejilla de indias. Ahora que estoy de prácticas he dejado de probar cosas nuevas. Cuando acabe el Máster volveré a intentar algo más.


Aquí la primavera aún no termina de llegar, por lo que estoy muy bien de la alergia ambiental. Cuando bajo a mi casa, a Badajoz, lo noto muchísimo, me pongo fatal y tengo que tirar de antihistamínico, que me deja tonta. Intento tomármelo sólo cada dos o tres días, pero a veces es imposible; me quedo lenta, la cabeza no me da para mucho y me paso todo el día durmiéndome por los rincones. 

El cansancio de final de curso se nota. Estamos de prácticas de campo: todas las semanas se sale dos o tres veces. Esta semana he tenido una migraña leve, sin vómitos, pero que me ha tenido fastidiada tres días. En cierta manera es normal: mi cuerpo va llenándose de la histamina primaveral, y en cuanto hago algún exceso, el vaso se desborda.

Sigo desmayándome con la misma frecuencia: es el único síntoma que ha permanecido invariable estos tres años de tratamiento. Ya me han visto este curso un neurólogo, un neurofisiólogo y dos cardiólogos diferentes, que me han hecho un electroencefalograma completo, un electrocardiograma, una ergometría (prueba de esfuerzo) y un Holter. Ha salido todo normal. En la ergometría creía que me tendrían corriendo hasta que me desmayara, pero la ley de Murfy no me lo permitió: llegué a los 190 pulsaciones y me mandaron bajarme de la cinta. Y no tuve ningún problema con la tensión. Con lo normal que es para mí después de un pequeño esfuerzo tener bradicardia y un bajón (hasta subiendo una escalera, como me pasó el otro día en clase).


El cansancio de las salidas de campo tiene efectos clarísimos. Después de cada una suelo estar la tarde o la noche con na crisis. Están aumentando las neuralgias y las diarreas, y las cefaleas, que hacía muchísimo tiempo que no tenía (antes de la dieta eran diarias). Cuando fuimos a Menorca, tuve que pagar mi tributo tras el día de viaje de ida, y el de vuelta. 


Mayo y Junio, más de 25 días en el campo. Y aún falta Gredos...

Me queda una semana de prácticas, y dos meses en Salamanca. El balance es positivo: empecé el curso con la incertidumbre de si podría acabarlo o tendría que tirar la toalla, y mi cuerpo ha aguantado.

Me va a dar mucha pena irme de aquí. Mis amigos, el ambiente, la universidad, la independencia y la comodidad de vivir sola, todo eso lo voy a echar de menos. Esta ciudad es muy acogedora, y se vive bien aquí.

He buscado como una loca becas para intentar hacer el doctorado aquí, o alguna cosa que me permitiera empezarlo, pero es casi imposible. Hay mucha gente, con expedientes muy brillantes, y muy pocas becas, y además, están retrasándolas todo lo que pueden, por lo que muy probablemente no tenga oportunidad de continuar haciendo un doctorado en vertebrados. Esta incertidumbre, mayor que la del año pasado, también pasa factura. El año pasado tenía la opción de intentar hacer el Máster. Este año, se me han acabado las opciones. Estoy pendiente de la resolución de una beca de 6 meses en Paraguay, con Procosara, investigando en un Parque de la Selva Altántica, San Rafael, donde a lo mejor podría empezar una investigación hasta que salieran las convocatorias de las becas de doctorado. Pero estamos en las mismas. Hay mucha competencia. 

Lo de Paraguay ha sido un flechazo. Cuando el profesor Peris presentó la beca en clase, sentí que era para eso para lo que me había estado preparando todos estos años. La histaminosis sería un problema, es verdad, pero también es cierto que me encuentro mucho mejor, más fuerte, y parece que esto se está curando; además, sólo serían seis meses. Si la consiguiera, me sentiría realizada por mucho tiempo. 

En verano me toca otra vez revisión con Lizaso, así que ya veremos, si me conceden la beca, y si el médico me da permiso para ir al extranjero. ¡Deseadme suerte! 

martes, 4 de junio de 2013

Cumpleblog de La Maldición de la Curdura: ¡seis añitos con vosotr@s!

Bueno, es la primera vez que voy a celebrar el cumpleblog, y como me pilló de sorpresa, realmente estamos en el sexto año y un mes, ya que puse un evento en el grupo de recetas para celiacos que durase un mes para que la gente pudiera participar. 

Las chicas del maravilloso grupo de 500.000 recetas para celiacos han participado haciendo versiones de mis recetas. Ya que se caracterizan por la facilidad de intercambiar ingredientes, les pedí que, si querían, les hicieran algún tuneo. Y aquí os las presento :)

Yoli Domínguez ha hecho el Bizcocho de Manzana. Dice que queda superjugoso y que lo mejor, es que a su niño le encanta. Sustituyó el almidón dulce por agrio (dice que no se nota nada el cambio) y que usó azúcar moreno. ¡Qué pintaza tiene!


Begoña Herrero también hizo el bizcocho de Manzana y Vainilla, utilizando azúcar moreno. En el momento de mandarme la foto aún estaba esperando a que se enfriara para probarlo... ¡con esa pinta tenía que estar de muerte!


Cristina Vega hizo la cookies de chocolate. Cuenta que a sus peques les han encantado. Dice que como no tenía harina de arroz suficiente, que añadió a ojímetro un poco de maicena y de mandioca. ¡Tienen una pinta irresistible!


Pikerita me manda la foto del pan genuinamente Cota-K. Recuerdo que lo hizo al día siguiente de poner yo la receta y me dio una alegría impresionante. Sustituyó la leche vegetal por leche de vaca. ¡Gracias, Pike!



Pilar Sánchez siguió al pie de la letra la receta de las Crackers Refinitivas y le salieron estupendamente. Les han encantado.



Ana Ramírez se decantó por la  otra receta de Crackers de harina de arroz y les gustaron tanto que sólo le quedaron estas para hacer la foto. Usó 50g harina de arroz integral, decoró con orégano en vez de con sésamo y no pintó con aceite antes de hornear, pero le han quedado estupendos.




Ha sido un placer compartir estos seis años en la blogosfera, y estos dos años y medio de recetas (dónde quedará ahora ese primer bizcocho de harina de arroz y chocolate...), de emailes sobre histaminosis, o sobre trucos de cocina, y tantos y tan buenos amigos que he hecho a lo largo de estos años.

Por eso, os agradezco de todo corazón vuestras aportaciones, vuestro cariño y vuestra amistad. El mundo aún puede ser maravilloso.

domingo, 2 de junio de 2013

Mañana de inspiración culinaria - crepes de harina de arroz y mandioca

Me despierto con el sol sobre los párpados. Me quedo un poco en la cama, disfrutando de esa sensación de flotar entre las sábanas que te da el saber que no tienes que salir a ninguna parte.

Cuando me levanto, me enfrento a la cruda realidad: no tengo nada para desayunar. Abro el mueble, contrariada, pensando en que se estaba estropeando el día. Sólo tengo harina... y no me apetece poner el horno, yo tengo hambre ¡AHORA!

Espera... ¿y algo en la sartén? Sí, es más rápido... Mmm... ¿crepes? ¿Te atreves? Hace tres años que andas intentándolo de vez en cuando, y siempre son fracasos... Si hasta te salían mal las gluteneras, con la premezcla del mercadona y las proporciones exactas... Pero... tengo una vitro nueva... ¿qué puedo perder? 

Con los ojos legañosos aún, enciendo el ordenata y mientras, voy sacando las harinas que tengo. Googleo "crepes de harina de arroz" para tener una guía al menos, y pico en los dos primeros resultados, que resultan ser Zuzi Pinilla y Bruno Oteiza.

Las leo y me asusta lo que dice Bruno: dejar la masa reposar al menos una hora... luego veo que Zuzi no lo hace, y decido saltarme ese paso. A medida que voy añadiendo ingredientes voy tuneando, sin saber muy bien cómo va a salir. 

Cuando veo lo bien que salen, asombrada e incrédula a partes iguales, corro a apuntar los ingredientes en el primer sitio que encuentro, que resulta ser una etiqueta del decathlón...

Y ¡voilá!, mezcla de esas dos recetas y de mi inspiración, aquí tenéis el delicioso resultado de esta mañana inspirada completamente improvisada.


Ingredientes
  • 100g de harina de arroz
  • 20g de almidón de mandioca (lo he hecho con agrio, pero puede usarse cualquiera)
  • 3/4 de cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 2 cucharaditas de azúcar avainillado
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra.
  • 120 ml de leche si las queréis gruesas tipo panqueques (150-160ml si querés más bien crepes finas y enrollables)
  • 1 huevo. 

Preparación:
  1. Mezclarlo todo en un bol con una varilla hasta que no queden grumos. 
  2. En una sartén buena, antiadherente (yo usé una de 10cm, que es más fácil darles ahí la vuelta) echar un poco de aceite (Bruno dice que lo pulverices, así que imagina qué poquito es). 
  3. Cuando empiece a humear, con un cazo, vierte la masa. A los pocos minutos se despegará sola de la sartén; es cuando tienes que darle la vuelta.
  4. Sacarla en un plato, volver a echar aceite si no queda y repetir la operación, removiendo la mezcla siempre antes de coger el cazo de masa (porque se va decantando).
  5. Si ha quedado demasiado gruesa, añade un poquito de agua o leche a la mezcla para que sea más líquida. 
 Nota: en una sartén grande será más difícil darles la vuelta, pero creo que esta masa queda tan bien, que no será más difícil que las gluteneras. 


Y tenéis un desayuno o merienda, o cena, de rechupete. No saben a tortilla, no se rompen, si las haces lo suficientemente finas, puedes enrollarlas... ¡Son perfectas!

No hay mejor manera de empezar una mañana de domingo. ¡Pasadlo bien!
 
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