domingo, 7 de julio de 2013

Vacunas puestas y entrevista con S. Peris.

He vuelto del Centro de Internacional Vacunaciones con cuatro vacunas puestas, y dos pinchazos pendientes y una cartilla como la del gato cuando lo vacunan en el veterinario. He estado allí casi dos horas, pero han sido muy amables en todas las mesas donde me han atendido, y las enfermeras que vacunaban hasta han sido simpáticas. 

Me he pinchado del Tifus (que ya se me había caducado, lo tenía puesto de cuando fui a Egipto), de la Fiebre Amarilla, la segunda dosis de la Hepatitis A (la primera me la puse para ir a Egipto, y a partir de ahora ya la tengo para siempre) y de la Rabia me he puesto la primera dosis (son tres, una cada 7 días, y dos más si te muerde un bicho). Me falta el Cólera, que es oral y suelen recomendárselo siempre a los cooperantes (vamos, yo soy voluntaria de cooperación, no soy cooperante, pero en este caso es lo mismo).

También he ido a entrevistarme con Salvador Peris, que va a ser mi jefe español mientras dure la beca. Él hace mucha investigación en Paraguay, sobre todo en San Rafael, y me ha contado muchas cosas, tanto del país, como de lo que tendré que hacer allí.

Me cuenta que allí hay muchos robos en casas, que a casi todo el mundo le han robado: También dice que allí va todo el mundo con pistolones, como en las películas. creo que me cuenta eso al principio para meterme un poco de miedo. Dice que en la Universidad hay guardias armados en todas las puertas, como en USA, para estar "seguros", por la cierta inseguridad ciudadana que reina allí. También hablamos del alojamiento. Dice que es posible que la UNA se haga cargo de él mientras esté en Asunción, en la universidad, pero que hay que hablarlo con ellos. También que en el hangar del ultraligero de Procosara hay dos cabañitas de la ONG donde sería gratis. Viviría con la coordinadora de Educación Ambiental, con quien compartiría la cocina. Allí en el Centro de Interpretación tendría un despachito con internet donde trabajaría y atendería a los visitantes del parque.


         
Este es el ultraligero de Hans, el marido de Christine Hostetler, la directora de la ONG y dueña de las fincas del parque de San Rafael. 

Por otro lado también estuvimos barajando distintos temas posibles para hacer una tesina, barajando diferentes grupos de vertebrados. Al final hemos concluido que ya lo decidiré sobre el terreno, pues hay que tener en cuenta la logística y las posibilidades del lugar, y eso, hasta que no esté allí, no puedo saberlo.

En la Universidad Nacional de Asunción (UNA) va a haber unos cursos a los que tengo que asistir como alumna y como ayudante del profesor, y serán de herpetología, de mamíferos y de ornitología. Este último lo dará Peris, con prácticas de anillamiento en las que quiere que sea su ayudante. Esto me hace especial ilusión, pues hace mucho que no toco un pajarito.

                  
 Esta es la Universidad de Asunción.

 También hemos hablado de lo que se come en Paraguay. Entre lo que he investigado y lo que me ha contado, hemos llegado a la conclusión de que el único problema a ser el maíz, que está en muchas comidas. El trigo lo estoy comiendo cada vez con más asiduidad (de hecho, esta semana estoy comiendo pasta de trigo, pan de trigo y hasta galletas comerciales), y las leches animales están completamente integradas en mi dieta; en cuanto a las legumbres y las astaráceas estoy en ello, de momento los derivados de la soja y del girasol van bien. Tengo un mes para probar soja, garbanzos y chícharos. En Pro Cosara tendré total independencia para cocinar y voy a intentar que sea así en el alojamiento que me ofrezca la UNA. Allí hay guayabas, una fruta que me pirraba en Egipto, y más fruta tropical, que en España es difícil de encontrar. Con las carnes y los pescados tampoco tengo problema. De momento, un bocadillo de queso me puedo tomar sin problemas. Y esto es algo que me da mucha alegría.

Además, esta semana me compran desde la Oficina de Cooperación al Desarrollo el billete de avión. Me tranquiliza saber que, aunque tendré diez o doce horas de viaje, podré comprarme un bocadillo de jamón o de queso y no tendré que preocuparme de la comida tanto como hasta ahora...

¿Será esta mejora física cosa del estado de ánimo?

4 comentarios:

  1. ¡Hola guapísima!

    Hacía mucho que no entraba en tu blog (muy agobiada con los exámenes y otros asuntos) ¡y me encuentro con que estás tomando lácteos, trigo y otras cosas! Me alegro un montón :-) Yo he empezado a probar lácteos por mi cuenta y por el momento los tolero bien (he empezado con los "sin lactosa"). Y digo por mi cuenta porque no he vuelto al médico, mi seguro no cubre ni las consultas ni nada y es un pastón....

    Quería preguntarte una cosa: cuando empezaste a probar el trigo, ¿cada cuánto lo comías?

    Un besazo y mucha suerte con la beca, disfrútala!!

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    1. Pues el trigo la verdad es que me ha empezado a sentar mal y he tenido que retirarlo de nuevo. Me planteo, a la vuelta de Paraguay, retomar la dieta con gluten y hacerme todas las pruebas de celiaquía que me quedan por hacer, porque también noté que al ponerme mala con el trigo, también me sentaban mal los lácteos, aunque luego he podido recuperar los lácteos...

      Mira a ver si en tu seguro entra el Dr. Lizaso, que aunque está ahora de baja, no cuesta dinero si está en tu cuadro médico. Y hay compañías que puedes solicitar que te vea un médico especialista por una razón concreta, y las pruebas q manda siempre están dentro del seguro. :)

      Un besazo, guapa! Y disfruta de esos lácteos! Si nunca te ha dado positivo el análisis de intolerancia a la lactosa, como a mí, lo mismo no debería temer a la lactosa, jejeje...

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  2. Siento que el trigo te dé guerra otra vez, vaya cruz tienes :-(

    Pues ahora que lo pienso y que he buscado en Internet cómo se mide la intolerancia a la lactosa, ¡resulta que nunca me han hecho esa prueba! :-0
    A mí en su momento me hicieron pruebas de alergia en la piel y un análisis de sangre, pero no me hicieron tomar nada (para la prueba de lactosa tienes que tomarte un brebaje, o hacerla en aire expirado). En el hospital me dijeron que no tenía ninguna alergia a alimentos y claro, como en aquellos momentos yo no tenía ni idea de las diferencias entre alergia-intolerancia-sensibilidad ni de las pruebas que tienen que hacerte, pues di por hecho que con lo que me habían hecho ya estaba todo....menudos chapuceros....Anda que si soy intolerante a la lactosa...

    Esto lo hice en la sanidad pública, me iré a mi seguro y les diré que me hagan todas las pruebas habidas y por haber....

    Bss

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    1. Pues sí, la verdad es que a veces cuesta encontrar a médicos que sepan lo que hacen, hay que estudiar medicina si somos enfermos de algo...

      Hombre, si eres intolerante a la lactosa, pero has eliminado los lácteos de tu dieta, tampoco pasa nada. Otra cosa es que tomes lácteos, o cosas con lactosa y claro, te esté afectando... Tú pide que te hagan la de hidrógeno espirado, que la de sangre tiene menos fiabilidad.

      ¡Besitos!

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